Los apagafuegos se trasladaron al lugar listos para sofocar las llamas, pero no sería una tarea fácil, pues la condición Santa Ana generaba ráfagas de viento que azuzaban el fuego y expandían el humo por toda la ciudad. Habitantes de colonias vecinas como Delicias y Natura, fueron avisados por autoridades para que permanecieran en sus hogares y así evitar las nubes de humo que podrían causarles intoxicación. Debían cerrar puertas y ventanas y no salir de sus casas a menos que fuera estrictamente necesario; además tenían que cerrar las llaves de gas ante el peligro de explosiones. El humo era tan espeso que se perdía la visibilidad a 50 metros de distancia; la ceniza no dejaban de caer sobre casas y calles. Mientras los bomberos luchaban contra el fuego, alertas de otros incendios llegaban a la central: en Terrazas del Valle, Villas del Sol, Colinas de California, Independencia, cuarterías de la Zona Centro y predios baldíos; el 95 por ciento de las estaciones se movilizó para combatir el las llamas. Los apagafuegos se enfrentaron a dificultades como el mal ...