Neozelandeses que estaban bloqueados en el extranjero por la pandemia volvieron a su país este lunes, entre lágrimas y abrazos, después de que el país empezara a levantar varias restricciones sanitarias para entrar en el territorio, cuyas medidas anticovid figuraban entre las más estrictas del mundo.
En el aeropuerto de Auckland, las familias se reunían con sus allegados, autorizados a acceder al país sin pasar una cuarentena obligatoria en un hotel, por primera vez en dos años.
La primea ministra, Jacinda Ardern, se congratuló por este cambio, especialmente para las decenas de miles de neozelandeses que quería volver a casa.