El Congreso de la Unión debe escuchar las inquietudes de los productores, quienes, en su pugna contra la iniciativa de reforma a la Ley de Aguas Nacionales, han bloqueado tramos carreteros en diferentes puntos del país. Un parálisis que ha generado daños considerables en el comercio.
Así lo declaró el presidente municipal de Chihuahua, Marco Bonilla Mendoza, luego de que los productores se manifestaran a nivel nacional y reclamaran a los legisladores federales incorporar sus observaciones al proyecto de dictamen que impulsó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Si bien las autoridades estatales no han cuantificado las pérdidas económicas por el cierre de las vías, entre ellas la carretera que conduce desde Gómez Palacio hacia Jiménez, el alcalde aseveró que la movilización ha perjudicado a diferentes sectores en la entidad federativa.
«No lo tenemos aún [el cálculo]. Estamos trabajando en ello. Lo que sí les puedo decir que es una afectación tremenda para el Estado. Hoy es Chihuahua, de nueva cuenta, quien paga los platos rotos por las malas decisiones del Gobierno de México, y por la falta de escucha, particularmente», alertó.
Contrario a las declaraciones de Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación, quien adjudicó la organización de las protestas a los partidos políticos opositores, Bonilla Mendoza percibe que los contingentes parten de una multitud de voces que representan al campesinado.
En virtud de lo anterior, instó a la Cámara de Diputados y el Senado de la República atender los puntos de riesgo que han señalado los agricultores, ganaderos, académicos y la sociedad civil en general, quienes, entre algunas de las críticas principales, rechazan la prohibición de transmitir las concesiones del agua.
Mientras que el Congreso de la Unión no demuestre una apertura —puntualizó— el territorio nacional registrará numerosos perjuicios, con énfasis el sector alimenticio, que se ha visto imposibilitado de transportar sus productos hacia las tiendas de supermercado, hacia el consumidor final.
Estima, incluso, que el impacto económico corre el peligro de multiplicarse en el transcurso de las semanas, luego de que la industria maquiladora de la región norfronteriza anunciara la posibilidad de cierres en las líneas de producción ante la obstrucción de las carreteras.
«Imagínense: […] siendo nuestro estado el mayor exportador en materia industrial, el mayor exportador de bienes y servicios a los Estados Unidos. Creo que el impacto sería brutal para el estado. Sin embargo, como ciudadanos, creo que tenemos que entender la situación que está atravesando el campo en México, particularmente el campo en Chihuahua, y tenemos que respaldar», expresó.