La mañana de este miércoles, vecinos y comerciantes quedaron en shock cuando un grupo de agentes de investigación criminal irrumpió de manera abrupta y sin mostrar documento alguno en un local comercial de la avenida Flores Magón, casi esquina con la calle 60.
Según denunció el dueño del inmueble y la mujer que opera una estética en la planta baja, los agentes entraron como torbellino, sin identificarse plenamente y sin explicar el motivo de la diligencia, generando miedo, confusión y un ambiente de total incertidumbre.
Los oficiales aseguraron que buscaban a una persona identificada únicamente como “Elena”, presuntamente relacionada con un caso de falsificación de documentos. El propietario les informó que la mujer rentaba el local de arriba, cerrado desde hace meses. Pero, aun así, los elementos decidieron ingresar al negocio de abajo, donde confiscaron una computadora, varios aparatos electrónicos y una caja repleta de documentos, dejando a la arrendataria en completa incredulidad.
Tanto el dueño como la comerciante afirmaron que los agentes jamás justificaron legalmente su irrupción, lo que, según señalan, podría constituir una grave violación al debido proceso y un alarmante abuso de autoridad.
Mientras el vecindario sigue con la tensión a flor de piel, la Fiscalía General del Estado permanece en silencio absoluto, sin ofrecer una explicación sobre el operativo ni aclarar quién es la misteriosa “Elena” que originó este escandaloso cateo.