Diez días después del hallazgo de un cuerpo en la playa Chorrillos y de la realización de análisis forenses, se determinó que el cuerpo pertenece a Blanca Arellano.
Según el documento, la víctima presentaba fracturas en las costillas, no tiene órganos y en las manos se le borraron las huellas digitales.
El análisis médico detalla que el criminal practicó en la víctima un proceso de necropsia debido a que no se hallaron órganos y que el rostro fue retirado con la intención de no identificarse.