Una británica de 33 años planea casarse con un candelabro que ella misma adquirió por Internet y del que admite que le encanta “abrazar y besar”. "No se puede controlar de quién se enamora y las cosas simplemente son así”, asegura la mujer que ha sorprendido a todos con su peculiar compromiso.
Amanda Liberty está plenamente enamorada de alguien 57 años más mayor que ella, pero la edad no es un problema para la joven. Ni los años, ni el hecho de que su prometido sea... un candelabro llamado Luimiere.
Esta mujer de 33 años tiene un amor confeso por los candelabros, y según explica ella misma el diario The Sun, mantiene una "relación abierta" con todos ellos, pero con Lumiere la relación es especial.
Gracias a Internet, Amanda y Lumiere se conocieron a través de una subasta por eBay. Por algo más de 400 euros la joven adquirió el candelabro que tuvo que ser importado desde Alemania. "Tan pronto como vi a Lumiere en eBay, supe de inmediato que era el único para mí y fue amor a primera vista”, explica Liberty. "Tenía su base en Alemania y aunque sabía que sería complicado llevarle a casa, sabía que necesitaba encontrar la manera de hacerla mía”, agrega.
Después de comprarle por Internet, Amanda esperó pacientemente en su casa de Leeds, en Reino Unido, junto con sus otros 24 candelabros. "No podía dejar de pensar en él y en lo hermoso que era: tiene una forma tan hermosa, y pude sentir una energía realmente increíble proveniente de el", admite la joven.
Desde el día en el que Amanda recibió a Lumiere, su amor ha ido fortaleciendo día tras día, tanto es así que en el último San Valentín, la joven le propuso matrimonio, de esa forma “expresó su amor verdadero”.
"Espero que en algún momento tengamos una ceremonia de compromiso. No lo he hecho antes, ¡así que es muy nuevo y emocionante!", explica la joven.
Además de tener una relación especial con Lumiere, Amanda admite que mantiene una relación abierta con sus otros candelabros. "Ninguno de mis candelabros son celosos el uno del otro, entienden que los amo a todos por sus diferentes personalidades”, explica.
Gracias al tipo de relación que mantiene con el objeto, Amanda confiesa que no le importa amar a Lumiere pero dormir con Jewel, otro de sus candelabros. "Por ejemplo, me encanta besar y abrazar a Lumiere, pero duermo con Jewel todas las noches, ya que es portátil y muy agradable de abrazar”, afirma.